Si aún no estabas totalmente convencido, te damos 10 razones para parsarte al LED ya mismo:
1 – Sostenibilidad: no contienen gases, mercurio, tungsteno, ni wolframio. Además, reduce las emisiones de CO2 en un 80%, por lo que el impacto ambiental que general es mínimo.
2 – Ahorro: a pesar de que su coste inicial es más caro, llegan a reducir en un 75% el consumo eléctrico.
3 – Tamaño: con la misma intensidad de luz, el espacio que ocupa una LED es menor que el de una incandescente.
4 – Luminosidad: la luz que produce la tecnología LED es más brillante, siendo en el LED mayor la cantidad de luz por cada vatio de potencia. Por poner un ejemplo, para conseguir la misma cantidad de luz que con un halógeno de 50w, sólo es preciso un LED de 3w.
5 – Duración: una lámpara LED puede durar hasta 6 años encendida ininterrumpidamente, es decir, 50 veces más que una bombilla incandescente.
6 – Consumo: el consumo de energía es significativamente menor que el de incandescentes, halógenas y fluorescentes compactas (es decir, las llamadas «de ahorro de energía»).
7 – Resistencia: mucho mayor a temperaturas extremas, a la humedad y a las vibraciones.
8 – Regulables en intensidad: las antiguas tecnologías sólo permitían el encendido y apagado; el LED permite la regulación de la intensidad de la iluminación.
9 – Rapidez de encendido: a diferencia de las llamadas «de ahorro de energía», en las lámparas LED el encendido es instantáneo.
10 – Menor emisión calor: el 80% de la energía que consume el LED se convierte en luz; al contrario que la bombilla incandescente, que pierde ese mismo porcentaje en forma de calor. Son más seguras siendo más difícil que provoquen un indencio (por ejemplo a la hora de colocarlas para decorar un árbol de Navidad.
A la hora de elegir, hay que saber que una bombilla led es más eficiente cuando es capaz de dar los mismos lúmenes (cantidad de luz) con menos vatios (es decir, con una menor potencia consumida).
También puedes hacernos cualquier consulta y te ayudaremos en tu elección.
